La mentalidad de "microondas" que exige resultados inmediatos es un obstáculo. En cambio, el camino lógico pasa por validar, aprender, adaptar y escalar. Cobrar por el trabajo es un ejercicio de justicia económica y de sostenibilidad del proyecto. Finalmente, rodearse de mentores con experiencia y aprovechar recursos formativos gratuitos acelera el proceso y reduce el riesgo de cometer errores evitables.
Observar el entorno, identificar una necesidad, unirla con las habilidades propias y empezar de forma tangible, aunque sea pequeña. Si hay dinero, invertirlo con criterio; si no lo hay, buscar alternativas creativas como la consignación, asociaciones o donaciones estratégicas que funcionen como marketing.
La mentalidad de "microondas" que exige resultados inmediatos es un obstáculo. En cambio, el camino lógico pasa por validar, aprender, adaptar y escalar. Cobrar por el trabajo es un ejercicio de justicia económica y de sostenibilidad del proyecto. Finalmente, rodearse de mentores con experiencia y aprovechar recursos formativos gratuitos acelera el proceso y reduce el riesgo de cometer errores evitables.
El mensaje claro es que la mejor idea de negocio no es siempre la más ambiciosa desde el inicio, sino la que se sostiene en una necesidad real y en las capacidades del emprendedor, y que es capaz de generar los primeros ingresos necesarios para crecer. Empezar hoy, con lo que se tiene, es mucho más valioso que esperar el momento perfecto que probablemente no llegará.
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